Panza de burro, Andrea Abreu
Comerme a isora
"isora tenía los ojos verdes como un verdino verde como una mosca en agosto tomó sobre el bocadillo de salpicón de atún en la playa de teno como una botella de vino vaciada la abuela de isora se enfadaba y decía te vació por dentro te vacío hoy bebo sangre tuya cachoputa isora tenía las tetas redondas y se le reventaron como la tierra cundo escupe una flor que primero pequeña luego grande la tierra de su pecho seca luego estrías la teta no le cabía en la piel y lloraba isora tenía pelos en pepe y a veces se los afeitaba todos hasta el güeco del culo y le picaba el culo isora tenía un pelo negro tieso tupido como el cespe de mentira de las casas rurales en el pepe el pelo de isora olía a molino de gofio a almendras tostadas a pan bizcochado ver a isora llegar me hacía sentir tranquila como cuando escuchaba el potaje hirviendo a las doce y media isora tenía los dedos gordos y las uñas como comidas por una cabra a veces la veía tocar las cosas agarrar el tenedor acariciar las hojas del libro de conocimiento del medio que tenían un tacto extraño y brillaban apuntar en la libreta de fiados de la venta y me daban ganas hacerle daño que agarrar de la mano y retorcérsela hasta sacar de los dedos del sitio hasta dejarla sin manos a veces la odiaba y quería destrozarla ..."
Hasta tal punto me ha sorprendido esta novela de Andrea Abreu, que me han dado ganas de volver a este blog abandonado hace tiempo por mis circunstancias.... No sólo me sorprendió la bacteria, o la pandemia, a lo largo de estos meses ya casi año y medio me sorprendió la depresión y el abandono, la furia y la tristeza, la rabia y las ganas de no seguir viviendo.
Las palabras y reflexiones continuas de la protagonista, se nos cuelan de una forma "febril", como dice la editora, por las pupilas y nos dejan un llanto contenido que nos enrabia y nos enamora a la vez. Su amor incondicional hacia Isora, revienta nuestros estereotipos y choca con nuestra realidad mediocre, llena de convencionalismos, reñidos con la verdad. Ahora todo está teñido de mentira y de falsas verdades, los matrimonios, las noticias, la política...la falacia es el pan nuestro de cada día. Sólo en los antiguos carnavales salía nuestro verdadero yo, que tornaba en crueldad y pantomima ¿qué queda de nuestra niñez? ¿por qué nos convertimos en esclavos de nuestras propias mentiras? ¿a quién queremos engañar?
Temas como lo prohibido, el amor, el sexo, las brujas, los chicos, la menstruación, la bulimia, las relaciones sexuales en la adolescencia, la homosexualidad... llenan la novela de metáforas intensas y rudas.
Panza de burro, es una novela valiente, porque además de meternos en la piel de éstas dos adolescentes, nos presenta una jerga imposible del norte de la isla, en los barrios más pobres de Tenerife, alejados de los grandes hoteles y de los veraneantes, que desnudan su piel bajo los rayos de una sol continuo.
MJ
Andrea Abreu es una joven escritora, nacida en un pueblo del norte de Tenerife y es su primera novela.
Comentarios
Publicar un comentario