Despierto sabiéndome mortal, Saúl Blasco con textos de Sergio Algora y Octavio Gómez Milian







¿Qué es Despierto sabiéndome mortal?

 por Octavio Gómez Milian

Sergio Algora falleció la madrugada del 8 de julio del año 2008. Compositor y poeta, Algora alimentó sueños y noches durante toda su vida. La enfermedad y la muerte fueron parte fundamental en su obra, tanto que muchos de sus poemas parecen premoniciones de un final que le llegó a la edad de 38 años. Meses después de su muerte muchos de sus amigos comenzaron a recibir la visita de Sergio en sus sueños. Esas conversaciones marcaron un punto y seguida, agarraderas emocionales para sus más cercanos.

El actor Saúl Blasco y el escritor Octavio Gómez Milián adaptan alguno de los poemas de Sergio Algora con el hilo conductor de la muerte, el sueño y la aparición, buscando la redención en el homenaje en un montaje donde la voz de Algora actúa como preludio a su propia muerte y su vuelta fantasmal y onírica sirve como despedida inconclusa.

Despierto sabiéndome mortal se ha presentado en la III Edición del ciclo Perpendiculares que organiza la Universidad de Zaragoza, en el festival 4 de agosto de Logroño y en las I Jornadas Culturales de la Biblioteca Julio Cejador de Ateca. El texto será editado en el septiembre de 2019 por la editorial Los libros de(l) imperdible.


Un espectáculo lleno de referencias a la muerte y a la vida como hilo conductor, tres artistas que ponen en evidencia lo magnífico de unir talentos y un homenaje a la obra de Sergio Algora impecable. Gracias por compartir vuestro arte. 
MJ



El último poema de Sergio Algora

“Hombres pelados con cuchilla,
mujeres en el sacapuntas,
niños en la mina, planetas en el zoo, estrellas en el cortejo”.

Dejé mi país para ser etíope por un año.
Dejé de dictar para subordinarme.
Etiopía estaba bajo la nieve.
La fiebre la había helado.
El matadero de la Adis Abeba estaba abandonado.
Los buitres habían construido allí una nueva ciudad.
Los niños, como heraldos, soplaban los cuernos
arrancados de las reses.
Los ancianos se convertían en pergaminos.
El ganado se reducía a cenizas.
Los adivinos contemplaban el humo
y las heces.
Los brujos traducían los poemas del premio Loewe.
Nos dábamos por el culo sin cesar,
tiritando en las chozas.
Cada nevada exterminaba una tribu.
Nos quedábamos con sus cuerpos y con sus enseres.
Parecía que un sueño invernal
iba a terminar con el hambre.
Llegaron los renos y Santa Claus
y cargaron en el trineo los leones famélicos
que se exhibían en el palacio presidencial.
Le dimos un león a la uno,
dos a la dos, tres a antena tres, cuatro a la cuatro,
cinco a la cinco, seis a la sexta, una jirafa a la once,
todo el oro de África a todos los santos,
el único clítoris mayor de dieciocho años
al único dios.
El entrenador de dios,
colocó el clítoris africano en el centro del campo
de un chochito blanco
y lo hizo debutar en el mundial.


https://elpais.com/cultura/2018/07/08/actualidad/1531066058_247757.html

https://revistaiman.es/poemas-de-sergio-algora/

https://www.cartv.es/aragoncultura/nuestra-cultura/despierto-sabiendome-mortal-del-artista-atecano-saul-blasco

https://www.cartv.es/aragoncultura/nuestra-cultura/un-capitulo-de-una-novela-inedita-de-sergio-algora-en-el-nuevo-numero-de-turia



Comentarios

Entradas populares de este blog

"El insólito peregrinaje de Harold Fry" Rachel Joyce

Claus y Lucas, Agota Kristof

Releyendo... Hoy, La vieja sirena, José Luis Sampedro

La Abadesa. María, la excelenta. Toti Martínez de Lezea