Quédate este día y esta noche conmigo, Belén Gopegui



"Las personas a menudo se rebelan contra la idea de ser máquinas biológicas no porque les pese la naturaleza, el sol primaveral, las hojas perfumadas de los árboles. Se rebelan contra la idea de programación. Su sistema nervioso, sus células o su niñez no pueden haber depositado en ellas, dicen, las pautas según las cuales habrán de comportarse. Muchas se empeñan en cambiar ese programa y en apariencia lo consiguen. La más bajita de la clase logra estar entre las mejores jugadoras de baloncesto de la ciudad; el chico más tímido, más torpe, con menos habilidades sociales, obtiene plaza en una reconocida escuela de arte dramático. No estaban, en principio, programadas para serlo pero ¿Y si sí lo estaban para la terquedad, para empujar sus límites y encarnar el espíritu de la contradicción? Si, dentro de unos años, junto con su genoma secuenciado entregan a cada persona un modelo que contemple su ambiente social, familia , experiencias vividas, y le predicen que atravesará una depresión en el plazo de cinco años, ¡podrá la predicción convertirse en ese acontecimiento disruptor que permita a las persona incumplirla? ¿Qué pasará cuando el siguiente modelo incluya también, en espiral ascendente, la propia predicción?"

Belén Gopegui, en Quédate este día y esta noche conmigo, juega a la reflexión, al ensayo, pone a tres personajes muy diferentes, a reflexionar sobre la vida, la muerte, el destino y la fuerza la manipulación. Los tres personajes se mueven en escena seguros de su propia identidad, pero a la vez dejándose llevar por las circunstancias. Las reflexiones de los personajes son complejas e interesantes y ayudan al joven Mateo a hacer un recorrido personal de crecimiento interior ajeno a lo que el ente manipulador pudiera esperar. 

Los personajes son una mujer mayor matemática de profesión, Olga; un chaval, que está empezando a descubrir cómo funciona el mundo laboral y Google, un ente manipulador de este siglo XXI de la mano de la tecnología, el gran hermano de 1984 o el "dios" regulador de la vida de épocas anteriores.

La novela transcurre en varios escenarios: la casa de la mujer, un bar y  una biblioteca. Escenarios propicios para el diálogo y la conversación, pero también para el estudio y el aprendizaje. 

Es una novela sencilla, tierna, dura, que toca temas complejos y que como le dice Olga a Mateo alguna vez: "- El tiempo debe detenerse. Y Mateo le contesta: -También el tiempo está mal repartido."

Una novela para quedarse, para releer, para saciarse. 

La visita de autor, de Belén Gopegui, el martes día 13 en el Estudio de Escritura de Julio Espinosa en Zaragoza, fue un verdadero lujo; compartir la conversación con la escritora ha sido una verdadera delicia y un privilegio. Belén es una mujer cercana, sincera y que deja en los que la escuchan un poso de sabiduría ¡ Encantada de compartir con ella todo ese saber! 
   
MJ
   




Otros libros de Belén Gopegui:

Deseo de ser punk


" A veces es mejor que te empujen, que te pongan el collar de perro. A veces hay que herirse para poder vivir."

"Lo digital es intercambiable: cualquier cosa la conviertes en ceros y en unos, y la puedes copiar y reproducir hasta el infinito. Pero la vida no la puedes convertir en deros y en unos. Los ceros y los unos no se mueren, ni siquiera se cansan. Lo analógico se cansa, se gasta, es como si dibujas una raya que se va torciendo con subidas y bajadas y picos y trozos donde ter tiembla el pulso. Si la música es esa cosa infinita que flota por todas partes, resulta difícil, porque en mi código la lealtad es importante. "



Comentarios

Entradas populares de este blog

"El insólito peregrinaje de Harold Fry" Rachel Joyce

Claus y Lucas, Agota Kristof

Releyendo... Hoy, La vieja sirena, José Luis Sampedro

La Abadesa. María, la excelenta. Toti Martínez de Lezea