Pilar Peris

He encontrado una noticia de Pilar Peris, poeta que ya conocía por su obra y por Antonio, un amigo, he copiado la reseña de la Asociación Aragonesa de Escritores, disfrutad de la lectura de sus poemas, este en concreto sobre la adolescencia. MJ

Obra: El vasto susurro de las imágenes

Semblante: XXI Premio de Poesía “Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal” que recibe en esta ocasión la escritora Pilar Peris, que desarrolla en su poesía la búsqueda de lo esencial, en lo imborrable de la imagen como huella, ausencia, memoria y celebración trágica de la vida, desmitificando el imaginario femenino. Una poesía que se sitúa entre los pliegues ambivalentes del sentir y el pensar

http://aaescritores.com/blog/2011/03/01/pilar-peris-jorge-veron-y-la-musica-de-insolenza-en-poesia-para-perdidos/

Pilar Peris, José Verón y la música de “La cara oculta”, en Poesía para Perdi
el 1 marzo, 2011 en Histórico de Noticias





Pilar Peris por Pilar Peris (Nadie mejor que la autora para presentarse, ya que Pilar Peris es totalmente alérgica al uso impropio e improcedente de las palabras)


Nacimiento: Nací en una ciudad rodeada de mar y naranjos pero Aragón me ha fascinado desde que puse los pies, el corazón y la mirada en Zaragoza.

Estudios Permanentes: La Experiencia, La Filosofía y la Música. La Poesía las reúne a las tres y las supera. Por eso voy en busca de ella o ella de mí.
Títulos: El PIV (Poesía que intensifica la vida) La Poesía es mi salvoconducto ante el desvarío y el exceso de hiperrealidad que nos rodea. Es un ejercicio de resistencia y libertad, un escudo contra el odio y la insensatez.
Estado: Me entusiasma la docencia, pero mucho más la vida solitaria de las letras donde me refugio para no llorar por la belleza.
Ocupación: Cultivo grietas. De ellas brotan palabras llenas de arrebatado amor por la existencia. Las mimo, miro dentro, las cuido y las saco fuera con mis ojos de Gorgona buena, antes de que “el afuera” las devore irremediablemente.

Poema: Adolescentes

Olvidaré vuestros nombres repetidos
encolados a rostros cuyo resollar
aún pernocta desafiante en mi memoria.

Podías morder los sueños y amalgamar lo
inmediato al rutilante crisol de tu deseo.
Pero tu torpe inquietud hincaba el diente en
una tiera baldía repleta de imágenes inservibles.

¿Cómo activar tu juicio
para que el colchón de la
indolencia no lo catapultara
hacia el rotundo vacío que
dejan las puertas definitivamente
selladas?

Adolecías
En alguna parte alguna mosca
espoleaba tu falta de coraje.

Jugabas a dislocar tu cabeza, y
luego eras incapaz de reconocerla.

Sin posibilidad de acopio
el tiempo nos estallaba en las manos.
Ati te empujaba su tránsito.
 Ya mi me hería
clavando mi sitio
en el foso de la depresión.

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