Pensión Leonardo, Rosa Ribas




"(...) Daniel estudiaba cuando el ruido en el bar era una mezcla de discusiones de fútbol y discusiones de cartas, de voces de la tele y de las protestas de alguno que quería escuchar lo que decían. Se le unían el estrépito de la cafetera, los golpes de los vasos y tazas, de las fichas de dominó, de las sillas arrastradas.
-¿De verdad te enteras de lo que pone en los libros?
-Si, lo que no soporto es el silencio
(...)
Me contó entonces que , al cumplir los doce años, su padre lo puso a cuidad las vacas. Pasaba días enteros en el monte, solo por completo con los dos perros y con el ganado que tenía que llevar a los pastos. Por la noche dormía en las cabañas repartidas por la zona.(...)
Dejaba libros en las cabañas, de literatura y de historia, también cuadernos de ejercicios de aritmética y geometría.
- Una vez los civiles se presentaron en casa de mis padres porque habían entrado a inspeccionar una cabañas y les había extrañado que hubiera libros en el interior. Como sabían que yo pastoreaba por la zona, pensaron que eran míos y que los había olvidado.
- ¿Y qué pasó?
- Mi padre les dijo a los civiles que me preparaba para sacarme el bachillerato. Los guardias lo creyeron porque traían como pruebas unos libros de matemáticas. El problema es que yo también me lo creí, y cuando se fueron, le dije a mi padre que me podría sacar ya el bachillerato si quisiera, que ya estaba preparado. Me dió una paliza tremenda. Si mi madre no lo hubiera parado, creo que me habría dejado lisiado. Después fue a la cabaña, cogió todos los libros y los tiró al río. "Que los lean los peces", sentenció."



La novela de Rosa Ribas, Pensión Leonardo, escrita en primera persona, recuerda una posguerra llena de carencias y de esperanza, tras una guerra civil, cruel y despiadada, que dejó divididas no sólo a España sino también a las familias y una realidad de mutilación y dolor, que nunca olvidaron los que la vivieron.
La protagonista de la novela, Lali, una niña de doce años, relata con una naturalidad apabullante, la vida en la pensión de sus padres, en la escuela, en las calles con sus amigos, ... la vida en un barrio de Barcelona, donde los personajes que van apareciendo en la pensión aportan al relato una visión de esa época muy completa, de la que se enriquece la principal protagonista y con ella, los que leemos la novela.
Rosa Ribas es una escritora comprometida, no hace tanto que publicó su primera novela, y se siente inmigrante en un país de emigrantes; esa característica la lleva a contar las historias como si ella misma las viviera, y en la pensión de Barcelona en la que los padres de Lali, se instalan después de la guerra, los que aparecen por allí son viajeros, personas que huyen de si mismos o que buscan un lugar que los acoja, que  llene sus vidas de otras vidas.
Una novela, que contagia el placer de observar lo cotidiano, de saborear la amistad, de mimar la realidad. Un final sorprendente, que cierra el círculo de odio y violencia, impregnado en los hombres que no conocen la palabra libertad.
MJ


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Comentarios

  1. No conocía la novela, pero está claro que es atractiva a más no poder. Intentaré leerla.

    Un beso.

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    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Espero que te guste. Te leo.
      MJ

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  2. Hola mi nombre es Diego y acabo de encontrar tu blog. LLevo poco tiempo en esto y quer{ia pedir si por favor te pasas por el mio y me ayudas con seguir mi blog, te lo agradecer{ia un mont{on :D http://caminoalleer.blogspot.cl/

    pd: ya sigo el tuyo

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