EL TANGO DE LA GUARDIA VIEJA

" -¿No volviste a España?
- ¿A ese lugar triste, rencoroso y con olor a sacristía  gobernado por estraperlistas y gentuza mediocre?... Nunca - mira a la bahía con sarcasmo - Armando era un hombre culto, educado y  liberal. Un creador de mundos maravillosos... De seguir vivo , habría despreciado a esos militares carniceros y a esos matones de camisa azul y pistola al cinto, tanto como a los analfabetos que lo asesinaron."

El tango dela Guardia vieja. Arturo Pérez Reverte



La última novela de Pérez -Reverte es una partida de ajedrez, donde todas las piezas tienen su papel, es un símil simplista que da pié a una serie de acontecimiento alrededor de este juego, en tres "tempos", que hacen de la novela una obra maestra.
Los tres tiempos, coinciden con los tres encuentros de Max , con Mecha Inzunza; la vida y la diferencia social establecen los encuentros y separaciones de los dos protagonistas.
Una trama complicada, acaba con "el último hombre galante", un mundo que se desmorona frente a otro nuevo en el que Max ya no encaja, en el que la educación y admiración hacia las mujeres, se convierte en cursileria y malas maneras.
Max como un auténtico galán de cine recorre los escenarios de Buenos Aires (1928), Niza (1936) y Sorrento en Italia, para deleitarnos con su personalidad y su hombría, mezclando una dosis de "malaje" y superchería con unas maneras impecables y una belleza idílica.
De nuevo Pérez- Reverte, es un maestro en la narrativa, en las descripciones de los escenas íntimas, en entrelazar historias para llevar un hilo conductor: el amor entre un hombre y una mujer, bailando un viejo tango a  lo largo de toda una vida.
Su maestría deja entrever un guión cinematográfico, que nos recuerda otras novelas suyas como La piel del Tambor o El maestro de esgrima, El club Dumas.
 Os recomiendo su  lectura, es todo un placer.
MJ

CITAS DEL LIBRO:
"Una pareja de jóvenes apuestos, acuciados por pasiones urgentes como la vida,se mira a los ojos al bailar un tango aún no escrito, en el salón silencioso y desierto de un transatlántico que navega en la noche. Trazando sin saberlo, al moverse abrazados, la rúbrica de un mundo irreal cuyas luces fatigadas empiezan a apagarse para siempre."
 Max Costa "Mantuvo siempre el compás impecable en una pista, las manos serenas y ágiles fuera de ella, y en los labios la frase apropiada, la réplica oportuna, brillante. Eso lo hacía simpático a los hombres y admirado por las mujeres. En aquel entonces, además de los bailes de salón que le servían para ganarse la vida, dominaba como nadie el arte de crear fuegos artificiales con las palabras y dibujar melancólicos paisajes con los silencios."
 Mecha Inzunza "Parecía salir de las páginas selectas de una revista ilustrada: lucía collar largo de perlas y pendientes a juego. Esbelta, tranquila, caminando firme sobre tacones altos en el suave balanceo de la nave, su cuerpo imprimía líneas rectas y prolongadas, casi interminables, a un vestido verde jade largo y ligero, que desnudaba sus brazos, hombros y espalda hasta la cintura."


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